Rusia dejará la Estación Espacial Internacional a partir de 2024

De Rogozin a Borisov

Así lo anunciaba este martes Yuri Borisov, en cuyas manos se encuentra Roscosmos: los rusos abandonarán la Estación Espacial Internacional a partir de 2024. Y, aunque pueda parece una mala noticia, tal vez no la sea tanto. Hace años que Roscosmos ha transmitido abiertamente su intención de dejar los proyectos que compartía con la NASA, de hecho, ha rechazado participar en programas como Artemis, que volverá a la Luna este año. Los motivos son varios y los que se alegan en público son solo la punta del iceberg, pero, podemos decir que haberlos los había desde mucho antes de la guerra. Por otro lado, sabemos que la diplomacia no era el fuerte del predecesor de Borisov, Dimitri Rogozin, cuyos comentarios en redes sociales carecían de toda la moderación esperada para alguien de su peso político. La actitud de su sucesor, que aceptó el cargo el día 15 de este mismo mes, han tenido un tono completamente diferente. Así que, asumiendo que la ruptura era inevitable y que se esperaba desde hacía años, la única novedad son las buenas formas, y eso es, en cierto modo, prometedor.
Para poner un ejemplo, Borisov ha insistido en que cumplirán, sin lugar a duda, todas las obligaciones acordadas con sus socios, pero que su decisión es firme, dejarán la Estación Espacial Internacional en algún momento a partir de 2024, algo perfectamente lícito y para lo que, en ese tiempo, la NASA puede encontrar soluciones (si es que lo desea). Por su parte, Roscosmos planea diseñar su propia estación espacial, lo cual no es ninguna novedad. Ya no solo porque lleven años diciéndolo, sino porque, para mantener su peso en cuestiones de exploración espacial, es necesario que tengan una estación espacial. No obstante, a pesar de las buenas formas, en las palabras de Borisov había algunas críticas veladas. Por ejemplo, indicó que “el futuro de los vuelos tripulados rusos debe basarse, sobre todo, en un programa científico sistémico y equilibrado para que cada vuelo nos enriquezca con conocimientos”. Es inevitable pensar que esté criticando algunos de los proyectos de la NASA que, desde la perspectiva rusa, son más políticos y mercadotécnicos que otra cosa.
Si aceptamos lo que ocurrido como algo irreversible y decidimos centrarnos en lo que está por llegar, tal vez veamos con ilusión este nuevo capítulo que empezaremos a escribir en breve. En un mundo donde la exploración espacial es cada vez más accesible para países medianos y empresas privadas, las viejas estructuras y relaciones institucionales plantean restricciones que debemos subvertir. Se abre ante nosotros una época interesante en materia espacial y es difícil imaginar qué maravillas nos esperan a unos pocos años vista.
  • A pesar de las palabras de Borisov, la NASA indica que todavía no ha recibido un comunicado oficial y directo sobre las intenciones de Roscosmos y recuerdan que ellos mismos pretenden dejar la Estación Espacial Internacional en torno a 2030 por considerarla subóptima en términos de eficiencia.
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