En las recientes elecciones legislativas, Ron DeSantis logró frente a su contrincante —el demócrata Charlie Crist— una ventaja de 1,5 millones de votos.
La magnitud de su ventaja se ha convertido en la peor pesadilla, para Trump
En 2018, cuando era un desconocido, ganó las elecciones con un pequeño margen: 33.000 votos.
Cuatro años después, el apoyo de los hispanos ha sido determinante en su éxito, aunque antes hubo un punto de inflexión en su carrera y fue su actuación ante las recomendaciones de los científicos frente al coronavirus.
DeSantis fue de los primeros en abrir escuelas y en acabar con las restricciones en restaurantes o edificios oficiales, y eliminó la obligatoriedad de llevar mascarilla.
De hecho, sigue fiel en su postura contra el ‘establishment’ científico: esta semana ha vuelto a cargar contra las vacunas de ARN mensajero.
El estratega Adam Goodman, que trabaja en una firma de lobby cercana al gobernador, lo considera el “antipolítico por excelencia”.
“El sueño americano garantiza que cada cual tenga su oportunidad.
Ahora es el momento de DeSantis”, añade este partidario del gobernador.
DeSantis, por ahora, no ha confirmado su participación en las primarias.
FERNANDO HERNÁNDEZ / EL PAIS