Esta es la única información oficial que confirmaría su inminente llegada a Estados Unidos, que la reclamó a España para responder por los delitos de “soborno y lavado dinero”, de los que también está acusado su esposo, Adrián José Velásquez Figueroa.
Los dos fueron declarados prófugos de la justicia estadounidense en abril de 2021, junto al empresario Raúl Gorrín Belisario.
El matrimonio, residente en Madrid, fue acusado en diciembre de 2020 por su presunta participación en una “trama de lavado de dinero y cambio de moneda” por valor de “miles de millones de dólares”, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La acusación alega que Raúl Gorrín Belisario, de 52 años, dueño y presidente del canal venezolano Globovisión, pagó millones de dólares en sobornos a dos extesoreros nacionales venezolanos, Alejandro Andrade Cedeño y Claudia Díaz Guillén.
También pagó a Velásquez, en beneficio de ella, “para asegurar corruptamente los derechos de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera para el Gobierno venezolano a tasas favorables”.
Yates, jets privados y otros lujos
Gorrín, señala la acusación, “transfirió dinero electrónicamente para beneficio de Andrade y Díaz, incluido dinero para jets privados, yates, casas, caballos campeones, relojes de alta gama y una línea de moda.”
El empresario de medios venezolano fue acusado formalmente en agosto de 2018 como cómplice de “conspiración para lavado de dinero” y “lavado de dinero”.