Los acusados suelen sellar acuerdos con la fiscalía con el objetivo de obtener una condena más leve a cambio de ayudar al gobierno con información clave. A través de esos pactos suelen declararse culpables, como hizo Marín al aceptar las acusaciones de asociación ilícita para cometer lavado de dinero.
Jonnathan Marín, de 44 años, fue alcalde de la ciudad venezolana portuaria de Guanta por casi una década hasta que renunció en 2017. Huyó de su país en medio de una importante purga en la empresa petrolera estatal PDVSA y el régimen de Nicolás Maduro -que sucedió al de Chávez- ordenó su arresto por corrupción y le prohibió ejercer cargos públicos.
Marín había admitido que aceptó unos 3,8 millones de dólares en sobornos de un socio no identificado para ejercer su influencia sobre funcionarios de empresas conjuntas de PDVSA con Chevron y compañías europeas, rusas y chinas. En junio se había declarado culpable.
En la audiencia de unos 30 minutos el juez Scola le dijo a Marín que debe entregarse a las autoridades carcelarias el 27 de abril de 2023 al mediodía. El venezolano tiene dos semanas para apelar la sentencia, si desea hacerlo.
Al solicitar una sentencia leve en un documento de 11 páginas presentado días antes de la decisión del juez, el abogado de Marín, Michael Nadler, le pidió al magistrado que considerara varios factores, entre ellos el papel “limitado e inusual” de su cliente en la conspiración, considerando que no tenía control o autoridad para otorgar o garantizar contratos con PDVSA.
Indicó que como alcalde de una ciudad donde PDVSA tenía importantes operaciones, Marín tenía conexiones y las utilizó para que se conocieran un contratista al que no identifican y funcionarios de la petrolera estatal.
Estuvo presente en reuniones donde se negociaron detalles de negocios, dijo el abogado, y tomó un porcentaje del dinero suministrado al funcionario de PDVSA que aprobó el contrato, pero no ejecutó ni aprobó ese pacto.
La defensa dijo también que Marín destinó “su dinero, su tiempo y sus conexiones” a los esfuerzos liderados por Estados Unidos para que el régimen de Maduro se siente a negociar con la oposición para convocar a elecciones democráticas.