IN MEMORIAM
Para los veteranos de la guerra de Malvinas, para los que consideran esa gesta como una de las grandes gestas de la Patria y, seguramente, para la mayoría de los argentinos de buena cepa, la muerte de Doña María Delicia Rearte de Giachino es un hecho que nos apena profundamente, aunque nos consuela pensar que ya se ha reunido con su amado hijo Pedro en el lugar de privilegio que Dios les haya preparado.
Doña María supo soportar con entereza la muerte de su hijo y fue capaz de alentar y defender la causa por la que el bravo guerrero dio la vida luchando por la patria. Profunda diferencia con las madres del odio y la venganza, que nunca supieron asumir el dolor con que los crímenes de sus hijos enlutaron a la nación.
Supo soportar serenamente el agravio que cometieron seres mezquinos, que se permitieron descolgar el cuadro del héroe de las paredes del Concejo Deliberante de Mar del Plata. Seguramente, no podían soportar la mirada de un caballero del mar, cuyo valor e integridad les resultaba incomprensible.
La dama que nos ha dejado, compartirá un lugar en la historia con aquellas damas mendocinas que aportaron sus hijos y su esfuerzo para apoyar al General San Martín en su campaña libertadora.
Argentinos de la talla del Capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino y de su dignísima madre, Doña María Delicia Rearte de Giachino, nos aseguran mucho más que la continuidad de la lucha soberana por Malvinas. Ellos son la clase de compatriotas que con su ejemplo nos permiten soñar con que nuestra Patria encontrará siempre quien la sostenga aun en los momentos más duros y difíciles.
Que en paz descanse.
Juan Carlos Neves
24 de Julio de 2022.
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