¿Será que también son mentiras de no-sé-sabe cuál imperio el video que muestra el desastre que está danto vuelta por los teléfonos de todos los venezolanos; ese que enseña el arroz con mango de medio Guri contemplando cómo el agua del lago Raúl Leoni inutilizó a la turbina N-3 de esa hidroeléctrica?
Porque Venezuela entera puede asistir, gracias a la cámara del teléfono de algún trabajador, al fracaso material de casi 25 años de dominación chavista sobre nuestro pobre país.
¡La verdad bien verdaita! ¡Esa es la revolución de estos hampones! ¿Cómo es que ellos mismos dicen? «¡Así, así, así es que se gobierna!». ¡No me jodas, vale!
Las imágenes que se “escaparon” muestran que la sala de turbinas del gigante Guri, es algo así como un aquelarre. Como la escena del hundimiento del barco luego de chocar con el iceberg, en la película «Titanic».
Un montón de funcionarios y trabajadores paseando como loquitos de un lado para otro sin hacer nada que ayude, porque no tienen cómo. Unos pocos tratando de achicar el agua que acaba de arruinar una de las turbinas de generación de electricidad. Y todos, sin excepción, convertidos en testigos de cargo de un país que se derrama, se cae, se seca y se pone a oscuras en manos de estos rufianes del siglo XXI. Compadre: eso es lo que hay, eso es lo que queda.
Señores de la CHEVRON, la EXXON MOBIL, franceses, españoles, italianos, portugueses y de cualquier otra nacionalidad que no sea la de los chulos y sanguijuelas tradicionales que tiene el país, los de siempre, no los recién adquiridos parásitos: ¡WELCOME TO VENEZUELA!
Si el país, tanto el de adentro como el de afuera, quiere saber porqué Venezuela está horas y horas seguidas todos los días sin electricidad, que vea el video, que vea el desastre. Pero que también le pare bolas a los informes y tantísimas explicaciones que todo el tiempo están realizando los expertos de la Resistencia, que no han parado de echar los cuentos sobre el estado del sistema eléctrico nacional.
Gente que lleva años seguidos acusando de incompetencia, de robo a mano armada y completa maldad en el asunto del manejo eléctrico nacional a los militares y enchufados del Narco-Régimen que se han bailado cientos de millones de dólares de todos los venezolanos en reparaciones que nunca han hecho, ni mucho menos en mantenimiento que tampoco han llevado a cabo. Venezuela es un país, y eso también hay que recordarlo, que ya no cuenta con más de un tercio de su población usando luz. Con menos de 80% de las empresas y fábricas que una vez llegaron a funcionar en todo el territorio, y que ya no están. Que fueron expropiadas, expoliadas y atracadas por Chávez y sus ladrones. O sea, que si la generación y distribución de electricidad medio funcionaran, Venezuela podría contar y disponer con luz de sobra.
Porque hay un gentío que simplemente no enciende nada de nada porque se fueron para otro lado, con el sueño de poder volver a prender un bombillo.
Por donde la mires, Venezuela está inundada, o desbaratada, o rota, o quebrada, o seca, o a oscuras.
El absurdo consiste en que una clase política, ¡Dios, que supuestamente debe dedicarse a hacer política!, solo está pendiente de preocuparse si su fiesta electoral va a realizarse el día 22 de octubre, o realizan las primarias de la oposición el día que le da la gana al régimen. Régimen que es, con toda seguridad, el que paga los payasos, la gelatina y pone la torta del sarao electoral.
Con un país de cabeza, con una nación mayoritariamente de cabeza, los venezolanos que nos dedicamos a la política NO nos podemos disfrazar de Policías de Valera. O sea: ¡Mirar para otro lado! ¡Así, o más clarito!
Por eso: ¡Dios, Venezuela Libre y Cese de la Ocupación!