Con el 100% de las mesas escrutadas, Lula da Silva venció por el 50,9% de los votos, a Jair Bolsonaro (obtuvo el 49,1%) en el ballotage y será el nuevo presidente de Brasil.
Vale destacar que, más allá del triunfo, Lula se encontrará con muchas dificultades en el día a día para gobernar ya que tendrá una capacidad de movimiento acotada, puesto que el bolsonarismo y la derecha toda, contarán con la mayoría tanto en el Senado como en Diputados.
Además, entre los grandes estados que -también- estarán en su contra, se encuentran Mina Gerais, que será gobernado por Romeu Zema; Río de Janeiro (lo encabezará Cláudio Castro) y San Pablo, estado que tendrá como gobernador a Tarcísio Gomes de Freitas.
Tras el triunfo, el flamante mandatario aseguró que se compromete a “restablecer la paz” y afirmó: “Estoy aquí para gobernar este país que está en una situación muy difícil. Pero con la ayuda del pueblo, vamos a encontrar una salida para que Brasil vuelva a vivir democráticamente”.